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Influence of perinatal and childhood exposure to tobacco and mercury in children’s gut microbiota
Pérez-Castro S, D’Auria G, Llambrich M, Fernández-Barrés S, Lopez-Espinosa MJ, Llop S, Regueiro B, Bustamante M, Francino MP, Vrijheid M, Maitre L. Influence of perinatal and childhood exposure to tobacco and mercury in children’s gut microbiota. Front Microbiol. 2024 Jan 5;14:1258988. PMID: 38249448
Association between residential exposure to road traffic noise and cognitive and motor function outcomes in children and preadolescents
Pérez-Crespo L, López-Vicente M, Valentín A, Burgaleta M, Foraster M, Tiemeier H, Guxens M. Association between residential exposure to road traffic noise and cognitive and motor function outcomes in children and preadolescents. Environ Int. 2024 Jan;183:108414. PMID: 38199128
Mediators of the association between maternal body mass index and breastfeeding duration in 3 international cohorts
Keyes M, Andrews C, Midya V, Carrasco P, Guxens M, Jimeno-Romero A, Murcia M, Rodriguez-Dehli C, Romaguera D, Santa-Maria L, Vafeiadi M, Chatzi L, Oken E, Vrijheid M, Valvi D, Sen S. Mediators of the association between maternal body mass index and breastfeeding duration in 3 international cohorts. Am J Clin Nutr. 2023 Jul;118(1):255-263. PMID: 37407164
INMA: «Asociación entre la dieta mediterránea y la exposición a metales en niños de 4-5 años residentes en España»
Un estudio reciente realizado en la cohorte INMA ha revelado que las diferencias en la adherencia a una dieta mediterránea típica pueden afectar a la exposición de los niños a los metales presentes en los alimentos. Mientras que algunos metales, como el calcio, el cobre y el zinc, son elementos esenciales de la fisiología humana, otros, como el arsénico, el cadmio y el plomo, pueden ser nocivos. Curiosamente, incluso en el caso de los metales esenciales, la ingestión excesiva también puede provocar daños. Esto es especialmente importante en el caso de los niños, que tienen una menor tolerancia a la sobreexposición a sustancias nocivas que los adultos. La dieta es una de las dos principales fuentes de metales (la otra es el agua potable), por lo que es importante comprender cómo el tipo y la composición de la dieta modulan nuestra exposición a los mismos. La dieta mediterránea es un tipo de dieta que se asocia comúnmente con efectos beneficiosos para la salud y se compone de elementos individuales como verduras, legumbres, mariscos y carne. Sin embargo, no está claro cómo este patrón dietético puede influir en la exposición a los metales. En este estudio, los autores evaluaron si la adherencia a una dieta mediterránea afectaba a la exposición de los niños a los metales, y también si los componentes individuales de esta dieta podían afectar a las diferencias observadas. Este estudio incluyó a 2.139 niños que participaron en el estudio INfancia y Medio Ambiente (INMA). El estudio INMA reclutó a mujeres embarazadas de Asturias, Gipuzkoa, Sabadell y Valencia en España entre 2003 y 2008 y sus hijos, que fueron evaluados en un seguimiento cuando tenían entre 4 y 5 años. En ese momento, los niños completaron cuestionarios sobre sus hábitos alimentarios (el «cuestionario de frecuencia de alimentos») y proporcionaron muestras de orina, que se analizaron para detectar la presencia y la cantidad de metales. Los autores también se aseguraron de verificar otras influencias potenciales en la exposición a los metales, como la edad, el sexo, el índice de masa corporal, el nivel socioeconómico y la ingesta total de energía. El estudio descubrió que la adherencia a la dieta mediterránea se asociaba con niveles más altos de arsenobetaína, un derivado orgánico no tóxico del arsénico, pero con niveles más bajos de cobre, un mineral esencial. En general, los niveles de metales reportados en este estudio fueron más bajos que los de un estudio similar Italiano con niños de 5 a 11 años, aunque los niveles observados de cobalto, zinc y selenio fueron similares a los de un estudio anterior con niños mexicanos de 8 a 14 años. Curiosamente, un examen más detallado de los componentes individuales de la dieta mostró que el consumo de pescado y mariscos específicamente se asociaba con niveles más altos de arsenobetaína, lo que es consistente con estudios anteriores. Por otro lado, no se encontró una razón clara para explicar los niveles reducidos de cobre, aunque el consumo de carne en el grupo de estudio fue casi un 30% menor que el informado en niños de edad similar en toda España, lo que puede haber jugado un papel. Además, aunque las muestras de orina son una medida aceptable de la concentración de cobre, pueden no ser el medio de evaluación más preciso, por lo que los resultados deben interpretarse con cautela. Una consideración adicional es que este estudio fue de diseño transversal, lo que significa que la adherencia a la dieta y los metales se midieron en el mismo momento. Un diseño más sólido es un estudio longitudinal, lo que significa medir la dieta y los metales en las mismas personas en varios momentos. Este tipo de diseño proporciona evidencia más sólida, pero requiere más tiempo y recursos. El estudio presentado aquí proporciona evidencia para respaldar la realización de un estudio longitudinal en esta área en futuros puntos del seguimiento. En última instancia, los autores concluyeron que este estudio muestra que la adherencia a la dieta mediterránea aumenta la exposición a algunos metales, pero reduce la exposición a otros, y que destaca la importancia de considerar los componentes individuales de la dieta al evaluar su impacto. Referencia: Notario-Barandiaran L, Irizar A, Begoña-Zubero M, Soler-Blasco R, Riutort-Mayol G, Fernández-Somoano A, Tardón A, Casas M, Vrijheid M, Meharg A, Carey M, Meharg C, Ralphs K, McCreanor C, Grimalt JO, Vioque J, Signes-Pastor AJ. Association between mediterranean diet and metal(loid) exposure in 4-5-year-old children living in Spain. Environ Res. 2023 Sep 15;233:116508. Link al artículo científico: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37392824/
INMA: «La exposición a mezclas de disruptores endocrinos durante el embarazo se asocia con mayores probabilidades de sufrir síndrome metabólico en la infancia»
Nuevo estudio publicado en Jama Network Open El término “síndrome metabólico” aglutina un grupo de factores, como la obesidad abdominal, la hipertensión o la resistencia a la insulina que, en su conjunto, incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. Un nuevo estudio apunta a que la exposición prenatal a una combinación de disruptores endocrinos está asociada con una peor salud metabólica en la infancia, lo que a su vez podría contribuir a un mayor riesgo de sufrir síndrome metabólico en la edad adulta. La investigación, liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), un centro impulsado por la Fundación ”la Caixa”, ha sido publicada en Jama Network Open. Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que reciben este nombre por su capacidad para interferir en el funcionamiento de nuestro sistema hormonal, el crecimiento, el equilibrio energético y el metabolismo y a cuya exposición, dada su ubicuidad en nuestro entorno, es difícil escapar. Estudios anteriores ya habían mostrado una relación entre la exposición individual a algunos de estos compuestos durante la fase prenatal y algunos de los factores que componen el síndrome metabólico, sobre todo la obesidad y la presión arterial. En esta ocasión y en el marco del proyecto ATHLETE, el equipo se propuso evaluar el impacto combinado de este tipo de substancias sobre la totalidad de los factores del síndrome metabólico. Para ello, el estudio contó con 1.134 madres y sus hijos e hijas de seis países europeos (cohorte INMA de España, EDEN de Francia, RHEA de Grecia, KANC de Lituania, MOBA de Noruega y BIB de Reino Unido), todos ellos voluntarios de la cohorte HELIX (Human Early Life Exposome). A través de muestras de sangre y orina recogidas de las madres durante el embarazo o bien del cordón umbilical tras el parto se analizó la exposición prenatal a un total de 45 disruptores endocrinos. Más adelante, cuando los niños y niñas tuvieron entre 6 y 11 años, se les realizó un seguimiento, que incluyó un examen clínico, una entrevista y una recogida de muestras biológicas. Con todo ello, se obtuvieron datos relativos a la medida de la circunferencia de la cintura, la presión sanguínea o los niveles de colesterol, triglicéridos e insulina, que se agregaron para obtener un índice de riesgo de síndrome metabólico. Mercurio, PFAS, pesticidas organoclorados y PBDEs El análisis estadístico permitió observar que las mezclas de metales, sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), de pesticidas organoclorados, de retardantes de llama (o PBDEs) se asociaban con un mayor índice de riesgo de síndrome metabólico. En el caso de los metales, la asociación observada se dio principalmente por el efecto del mercurio, cuya fuente principal es la ingesta de pescados de gran tamaño. Los PFAS son una de las familias de compuestos químicos más utilizadas, empleándose en pesticidas, pinturas, sartenes antiadherentes o envases de comida rápida, entre otros muchos usos frecuentes. Dada su persistencia, se conocen también como las sustancias químicas eternas. También muy persistentes son los pesticidas organoclorados, que ya fueron prohibidos en Europa en los años 70, pero a las que todavía estamos ampliamente expuestos dada su permanencia en el medio ambiente. Diferentes resultados en función del sexo “También observamos que las asociaciones eran más fuertes en las niñas para las mezclas de PFAS y bifenilos policlorados (PCB), mientras que los niños eran más susceptibles a la exposición a parabenos. Puesto que los disruptores endocrinos interfieren con las hormonas esteroideas sexuales, estas diferencias entran dentro de lo que cabría esperar”, explica Nuria Güil Oumrait, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio. “Nuestros resultados sugieren que la exposición a mezclas generalizadas de disruptores endocrinos durante el embarazo puede estar asociada a una salud metabólica adversa en niños y niñas. Esta asociación puede contribuir al actual aumento de la prevalencia del síndrome metabólico a lo largo de la vida, que actualmente afecta a 1/4 de la población adulta, con tendencias al alza evidentes incluso entre los jóvenes”, concluye Martine Vrijheid, codirectora del programa de Medio ambiente y salud a lo largo de la vida de ISGlobal y autora sénior del estudio. Referencia: Güil-Oumrait N, Stratakis N, Maitre L, Anguita-Ruiz A, Urquiza J, Fabbri L, Basagaña X, Heude B, Haug LS, Sakhi AK, Iszatt N, Keun HC, Wright J, Chatzi L, Vafeiadi M, Bustamante M, Grazuleviciene R, Andrušaityte S, Slama R, McEachan R, Casas M, Vrijheid M. Prenatal Exposure to Chemical Mixtures and Metabolic Syndrome Risk in Children. JAMA Netw Open. 2024 May 1;7(5):e2412040. Link al artículo científico: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/38780942/
GRAN EXITO de las 19ª Jornadas Científicas INMA
Las 19ª Jornadas Científicas INMA 2024 han sido un gran éxito! Hemos contado con 120 inscritos y con la presentación de 42 trabajos científicos realizados con datos del Proyecto INMA. Muchas gracias a todas/os por vuestra participación y nos vemos el año que viene. Colaboradores:
Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (FISABIO)
Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (FISABIO)
INSCRIPCION a las 19ª Jornadas Científicas INMA
Ya podéis inscribiros a las 19ª Jornadas Científicas INMA 2024 La inscripción estará abierta hasta el 10 de mayo de 2024. Colaboradores:
El coste de la inscripción es de 61€ (+IVA). En este coste están incluidos los cafés que tendrán lugar durante los dos días que duran las jornadas, y la comida del día 11 de junio.
Opcionales:
– También podrás apuntarte a la comida del día 12 de junio que tendrá lugar justo después de la Clausura que tiene un coste de 23€ (+IVA).
– También podrás apuntarte a la cena del día 11 de junio que tiene un coste de 30€ (+IVA).
Entra en este link y formaliza tu inscripción (Pago con tarjeta de crédito): INSCRIPCION CERRADA, AFORO COMPLETO
Si no va a asistir a las sesiones en persona y vas a seguirlas por Streaming, por favor rellena el siguiente FORMULARIO
Exposición materno-fetal a disruptores endocrinos a través de la placenta en mujeres de Panamá
¿Qué se sabe sobre el tema? Los pesticidas organoclorados (OPs) y los bifenilos policlorados (PCBs) son grupos de sustancias químicas ambientales que forman parte de los conocidos disruptores endocrinos, con capacidad de imitar hormonas e inducir efectos adversos en los individuos expuestos o en su descendencia. Debido a sus propiedades tóxicas, persistentes y bioacumulativas, los OPs y los PCBs contribuyen a la exposición a contaminantes orgánicos persistentes (COPs), que están estrictamente regulados por leyes internacionales (Convenio de Estocolmo). Históricamente, se utilizaron en la agricultura como pesticidas, en la salud pública para controlar vectores de insectos y en múltiples procesos industriales como la fabricación de transformadores eléctricos. La acumulación en el cuerpo de la madre y la exposición prenatal y temprana a estos contaminantes ambientales están relacionados con la salud infantil y problemas de desarrollo y predisponen a efectos perjudiciales en la edad adulta. Además, los niños son especialmente vulnerables a los contaminantes del aire, agua y suelo ya que están en proceso de crecimiento y su sistema inmunológico y mecanismos de desintoxicación no están completamente desarrollados. Por lo tanto, es crucial que el ambiente en el que se desarrollan, desde la concepción hasta la adolescencia, esté protegido para garantizar su salud. Los programas internacionales de biomonitorización humana para la exposición ambiental, como NHANES en Estados Unidos y HBM4EU en Europa, han destacado la exposición generalizada de los seres humanos a numerosos productos químicos ambientales. Sin embargo, a pesar de las medidas tomadas en el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (2009), la vigilancia de la exposición a COPs y las enfermedades asociadas sigue siendo extremadamente limitada en América Latina y otras regiones del mundo. ¿Qué añade este estudio a la literatura disponible? Ante la carencia de datos en América Latina, transferimos lo aprendido en la Cohorte INMA a una cohorte materno-infantil de madres y niños panameños (PA-MAMI), que trata de evaluar la exposición ambiental en las primeras etapas del desarrollo y el posible impacto adverso del medio ambiente y la dieta en la infancia temprana en Panamá. Nuestro estudio es pionero en evaluar las concentraciones de OPs y PCBs en muestras de placenta de mujeres Latinoamericanas, así como en cuantificar la actividad hormonal relacionada por el efecto combinado de los COPs que presentan actividad hormonal estrogénica. La utilización de la placenta como matriz biológica es de gran relevancia, ya que es reconocida como una fuente valiosa y fácilmente disponible de tejido humano para la biomonitorización de la exposición química entre madre e hijo. Además, permite la implementación de biomarcadores de efecto sin la limitación de la cantidad de tejido disponible. Los resultados de este estudio revelan que todas las muestras de placenta de madres panameñas analizadas fueron positivas para al menos tres residuos de COPs, con más del 70% positivas para al menos seis de ellos. Las frecuencias de los OPs cuantificados oscilaron entre el 100% para p,p’-DDE y HCB hasta el 30,8% para β-HCH, siendo la concentración mediana más alta observada para la lindano (380,0 pg/g de placenta). La frecuencia de detección de los PCBs osciló entre el 70,0 y el 90,0%; la concentración mediana más alta se observó para el PCB 138 (17,0 pg/g de placenta), seguido del PCB 153 (16,0 pg/g de placenta). Por otro lado, todas las placentas fueron positivas en el bioensayo de estrogenicidad, resaltando que la exposición al lindano se asoció positivamente con la estrogenicidad, mientras que esta asociación fue negativa en el caso de la exposición al PCB 153. En cuanto a los predictores de exposición, se asociaron concentraciones más altas de p,p’-DDE con un mayor consumo de carne, lo que sugiere que la grasa animal es una fuente importante de exposición a metabolitos del DDT. ¿Cuáles son las implicaciones de los resultados obtenidos? Los datos obtenidos en el estudio de cohorte PA-MAMI pueden ser utilizados como referencia para la biomonitorización de la exposición química durante el embarazo y su impacto en la salud de la descendencia en Panamá y otros países de América Central. Además, son de utilidad para enfatizar la necesidad de estimar el efecto cóctel de los contaminantes ambientales, donde la exposición a concentraciones bajas puede resultar en un efecto combinado indeseable e insospechado al considerar los contaminantes individualmente. Es por ello que estos resultados pueden ayudar a la implementación de regulaciones legales que reduzcan la exposición a contaminantes ambientales, lo que ayudaría a prevenir posibles riesgos para la salud de los niños y donde la biomonitorización periódica permitiría explorar la efectividad de tales regulaciones. Referencia: Iribarne-Durán LM, Castillero-Rosales I, Peinado FM, Artacho-Cordón F, Molina-Molina JM, Medianero E et al. Placental concentrations of xenoestrogenic organochlorine pesticides and polychlorinated biphenyls and assessment of their xenoestrogenicity in the PA-MAMI mother-child cohort. Environmental Research 2024; 241:117622. Link al artículo científico: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37977273/ Luz María Iribarne Durán
Doctora en Medicina Clínica y Salud Pública
Nicolás Olea
Catedrático Facultad de Medicina/Facultativo Especialista Hospital Clínico
Universidad de Granada/Hospital Clínico S. Cecilio
Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs. GRANADA)
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