Introducción

Como habitantes de la tierra, los seres humanos tenemos derechos y obligaciones que configuran el marco de nuestras relaciones con el nuestro entorno (ambiental y social).

La justicia ambiental se inspira en el principio que reconoce a todas las personas los mismos derechos a los beneficios de la oferta ambiental y cultural del planeta. Se expresa mediante la protección e implementación política, social y económica de esos derechos, local y globalmente, asegurando un trato justo sin importar raza, ingresos o cultura, entre otros rasgos personales.

«Todos los habitantes merecen ser protegidos de la contaminación… Todos merecen aire limpio, agua pura, tierras sin contaminación y alimentos que sean saludables. Proteger nuestro medio ambiente significa proteger nuestra salud, la salud de nuestras familias, nuestros vecinos, nuestra economía», en palabras de Carol Browner, Administradora de la Environmental Protection Agency de EE.UU entre los años 1993 y 2000.