Ingesta de yodo durante el embarazo, función tiroidea materna y desarrollo neuropsicológico infantil

31/10/2011

Un estado nutricional de yodo adecuado previo al inicio del embarazo y durante el mismo resulta esencial para mantener una correcta función tiroidea en la madre y favorecer la maduración cerebral del feto y el neurodesarrollo del niño. Una ingesta adecuada de yodo se consigue consumiendo alimentos ricos en este nutriente (pescados, leche y derivados, fundamentalmente), y sustituyendo la sal habitual por sal yodada, desde tiempo antes de que la madre se quede embarazada.

Los estudios

Recientes estudios publicados por investigadores INMA en las revistas ‘Epidemiology’ y ‘American Journal of Epidemiology’ han estudiado cómo afecta la ingesta de yodo en la dieta, la sal y los suplementos en la función tiroidea materna y al desarrollo neuropsicológico del niño al año de edad. El primer estudio incluyó información de 1.844 mujeres embarazadas de las cohortes de Valencia, Sabadell y Guipúzkoa, mientras que el segundo se incluyeron datos de 691 pares madre-niño de Valencia.

Los resultados

En contra de lo esperado por los autores, las embarazadas que consumían mayor cantidad de yodo por suplemento tenían un mayor riesgo de presentar niveles elevados de hormona tiroestimulante (TSH), indicadores de posible disfunción tiroidea. Además, los niveles de tiroxina (T4) libre, hormona tioridea esencial para el correcto desarrollo fetal, fueron más bajos en Gipuzkoa que en las otras dos áreas, siendo esta zona la de mayor porcentaje de suplementación. Por otra parte, en la cohorte de Valencia, al comparar las puntuaciones de las pruebas psicológicas al año de edad, se observó que la suplementación materna con yodo no beneficiaba al desarrollo psicomotor de los niños y niñas.

Aunque los datos en embarazadas aún son escasos y no concluyentes, diversos estudios en población general han mostrado una asociación entre un elevado consumo de yodo y el hipotiroidismo. Pese a que hay consenso en que los riesgos derivados de la deficiencia de yodo son mayores que los derivados de su consumo excesivo, sería necesario realizar una vigilancia epidemiológica del estado nutricional de yodo en la población antes de recomendar sistemáticamente la suplementación durante el embarazo.

Objeto de estudio del Proyecto INMA

Actualmente desde el Proyecto INMA se está trabajando para ampliar los resultados obtenidos en Valencia sobre el desarrollo neuropsicológico del niño al resto de nuevas cohortes INMA (Sabadell, Asturias y Gipuzkoa). Adicionalmente, las mediciones de yodo en orina que hemos realizado en las madres INMA después del embarazo arrojarán luz acerca de la variación de este marcador entre embarazadas y no embarazadas, de modo que se pueden extrapolar adecuadamente las recomendaciones existentes en la población general.

Como propone la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mejor estrategia para evitar los transtornos de déficit de yodo es el fomento del consumo universal de sal yodada desde mucho antes del embarazo, además de una dieta equilibrada, evitando así los posibles perjuicios derivados de un consumo excesivo o irregular.

* Coordinación a la hora de realizar el artículo a cargo de Mario Murcia Hinarejos, del Área de Ambiente y Salud Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP) de Valencia, y Marisa Rebagliato, doctora en Medicina, especialista en Pediatría y Máster de Salud Pública, profesora Titular de Universidad y coordinadora de la cohorte INMA de Valencia.