INMA: “¿El ruido ambiental afecta el sueño en la preadolescencia?”

27/03/2023

La exposición al ruido ambiental, especialmente al ruido del tráfico rodado, es un problema de salud pública importante y creciente. Más de 100 millones de ciudadanos europeos están expuestos a un nivel de ruido medio diario del tráfico rodado de al menos 55 dB, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir los niveles de ruido del tráfico rodado a 53 dB. El sueño es un proceso biológico esencial que cumple funciones vitales, incluida la promoción de la neuroplasticidad y el desarrollo neuronal. La interrupción del sueño se ha relacionado con numerosas consecuencias para la salud a corto y largo plazo. Las consecuencias a corto plazo incluyen una mayor capacidad de respuesta al estrés, déficits cognitivos y problemas emocionales y de comportamiento. Las consecuencias a largo plazo de la interrupción del sueño incluyen hipertensión, enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus tipo 2. Varios estudios han relacionado la exposición al ruido ambiental con mayores alteraciones del sueño en adultos, pero éstos son menos concluyentes en niños/as. Hasta la fecha, la mayoría de los estudios han utilizado autoinformes o informes de los padres para caracterizar el sueño, y pocos estudios han incluido medidas objetivas para evaluar la calidad del sueño. Además, la literatura anterior ha ignorado en su mayoría otras fuentes de ruido, como el ferrocarril, los aviones o la industria, que podrían desempeñar un papel diferente en los patrones de sueño.

Por todo esto, el objetivo principal de este estudio fue determinar si el tráfico rodado y la exposición múltiple al ruido (es decir, la carretera, el ferrocarril, los aviones y la industria) podrían afectar el sueño en los preadolescentes, utilizando datos registrados con un actígrafo de muñeca además de información reportada por las madres de dos cohortes de nacimiento en Europa.

Se incluyeron un total de 1477 niños/as de 12 años de INMA Sabadell (España) y del Estudio Generation R (Países Bajos). Los niveles de ruido se estimaron mediante las direcciones postales de los participantes utilizando mapas de ruido creados en 2012. Las madres informaron sobre los trastornos del sueño de los niños/as a través de cuestionarios para evaluar: i) problemas para iniciar y mantener el sueño, ii) somnolencia excesiva y iii) problemas de despertar (es decir, despertar parcial del sueño profundo al ligero, o del sueño a un estado de vigilia en el que los sujetos están parcial o totalmente inconscientes). El sueño se midió objetivamente con un acelerómetro de muñeca colocado en la muñeca no dominante durante 7 días para obtener los siguientes parámetros fisiológicos: tiempo total de sueño (es decir, cantidad total de tiempo dormido durante la noche, extrayendo el tiempo anotado como despierto en el medio), eficiencia del sueño (es decir, la relación entre el tiempo total de sueño y el tiempo total en la cama), la latencia de inicio del sueño (es decir, el tiempo que un/a niño/a necesita para dormirse) y despertar después del inicio del sueño (es decir, la cantidad de tiempo que un/a niño/a pasa despierto, comenzando desde el momento en que se quedan dormidos hasta el momento en que se despiertan por completo). Las variables de estilo de vida y socioeconómicas se registraron mediante cuestionarios e instrumentos completados por los padres y madres.

La exposición al ruido del tráfico rodado fue de 53,2 dB de media en el Estudio Generation R y de 61,3 dB en la cohorte INMA-Sabadell. Los resultados sugieren que la exposición al ruido se relaciona con una reducción del tiempo total de sueño y una vigilia más prolongada después del inicio del sueño en ambas cohortes. Los autores no detectaron ninguna asociación entre la exposición al ruido y los trastornos del sueño informados por la madre. Los resultados fueron similares para la exposición múltiple al ruido, pero la mayor parte de la asociación se atribuyó al ruido del tráfico rodado, ya que es la fuente de ruido más predominante. Los autores dicen que “aunque las estimaciones observadas fueron relativamente pequeñas, estos resultados podrían ser más significativos a nivel de población debido a la alta prevalencia de exposición al ruido ambiental”.

Referencia: Pérez-Crespo L, Essers E, Foraster M, Ambrós A, Tiemeier H, Guxens M. Outdoor residential noise exposure and sleep in preadolescents from two European birth cohorts. Environ Res. 2023 Feb 16;225:115502. doi: 10.1016/j.envres.2023.115502. Epub ahead of print

Link al artículo científico: https://doi.org/10.1016/j.envres.2023.115502