“Los efectos negativos del PCB153 en el desarrollo neuronal se atribuyen sobre todo a la exposición prenatal”
08/03/2013
Entrevista a Mireia Gascón, autora del estudio “Evaluating the neurotoxic effects of lactational exposure to persistent organic pollutants (POPs) in Spanish children”.
¿Qué les motivó a realizar este estudio?
Hasta la fecha, muchos estudios habían demostrado una asociación entre exposición a compuestos organoclorados (OCs en inglés) durante el embarazo, como son los PCBs, el HCB o el DDE, y efectos en el neurodesarrollo de los niños. Sin embargo, los efectos de la exposición postnatal a estos compuestos, que se da principalmente por la lactancia, eran menos claros. Uno de los factores que más limitaba el estudio de los efectos de la exposición postnatal era que la estimación de la exposición se realizaba de una forma muy simple, y no tenía en cuenta la variación de la exposición a lo largo de los diferentes meses de vida del niño o niña después de nacer. En el estudio actual, teníamos la oportunidad de aplicar unos modelos, llamados farmacocinéticos, que nos permitían calcular la exposición, mes a mes, durante el primer año de vida del infante. De esta manera, podíamos estudiar si la exposición a OCs, concretamente a PCB153, DDE y a HCB, durante la lactancia tenía un efecto negativo en el neurodesarrollo de los niños y niñas, y además ver en qué mes o meses del primer año de vida se daba tal efecto.
¿Cuáles son las principales conclusiones del estudio?
En este estudio vimos que, a pesar de que durante la lactancia la exposición a OCs aumenta respecto a la exposición durante el embarazo, los efectos negativos del PCB153 en el neurodesarrollo, particularmente en el desarrollo psicomotor, se atribuyen principalmente a la exposición prenatal. En otras palabras, los resultados indican que durante la fase prenatal el bebé es más susceptible a los efectos de la exposición prenatal a PCB153. No vimos efectos para el DDE o HCB, pre o postnatal.
¿Cuáles son las etapas más habituales de exposición a estos contaminantes?
En realidad estamos expuestos a estos contaminantes desde antes de nacer a través del cordón umbilical, y durante el resto de nuestra vida principalmente por la dieta. En el caso de los recién nacidos, la lactancia es una fuente importante de exposición, ya que estos compuestos se acumulan en tejidos o líquidos grasos, como es la leche materna. Aún así, se recomienda lactar al infante, ya que la leche materna tiene muchos beneficios a pesar de poder contener OCs.
“Los resultados indican que durante la fase
prenatal el bebé es más susceptible a los efectos
de la exposición prenatal a PCB153. No de han visto efectos
para el DDE o HCB, pre o postnatal”
¿En qué periodo conlleva más riesgos una exposición elevada a los POPS, en prenatal o postnatal?
Los resultados de estudios previos y presente estudio indican que durante la fase prenatal el neurodesarrollo de los niños es más susceptible a estos compuestos.
¿Existen factores externos –sociales o geográficos- que determinen estos riesgos de exposición?
Hasta el momento se había creído que los individuos pertenecientes a clases sociales más bajas corrían el riesgo de estar más expuestos a estos contaminantes, pero el mismo estudio INMA ha demostrado que esto no es siempre cierto. De hecho, en esta población se vio que los niveles de PCBs eran más altos en las madres de clases social alta, por ejemplo. Es más, se calculó que la clase social sólo explicaba entre el 1{3effe4377b6f02be2524d084f7d03914ac32a2b62c0a056ca3444e58c1f10d0b} i el 5{3effe4377b6f02be2524d084f7d03914ac32a2b62c0a056ca3444e58c1f10d0b} de exposición, mientras que otros factores como la región de residencia (País Vasco, Valencia, Asturias o Catalunya), el país de origen de la madre o la edad de ésta, eran mucho más determinantes.
“Los resultados de estudios previos y del presente
estudio indican que durante la fase prenatal
el neurodesarrollo de los niños es más susceptible
a estos compuestos”
¿Qué efectos puede tener esta exposición para el desarrollo bebé? ¿A partir de qué edad pueden empezar a “detectarse”? ¿Pueden tener consecuencia, también, a largo plazo?
A nivel de neurodesarrollo, podemos observar efectos ya en el segundo año de vida en esos niños más expuestos. La detección pues, es muy precoz. En lo que respecta al patrón de efectos, se ha observado que por ejemplo, los PCBs, actúan inicialmente a nivel más global y a medida que el niño crece y su repertorio de habilidades cognitivas se incrementa, se observan dificultades especialmente en áreas como las funciones ejecutivas, que son vitales para el control de la conducta y la cognición. También se han observado efectos en niños de edad preadolescente, en funciones muy específicas como la velocidad de procesamiento. Es muy importante recordar que esos efectos de los que hablamos no son en ningún caso desviaciones clínicas del neurodesarrollo. Es decir, no podemos predecir que un niño que tenga unos niveles elevados de OCs vaya a desarrollar una patología del neurodesarrollo. Los efectos son detectados a nivel poblacional y nos referimos a ellos como efectos “sub-clínicos”. Eso significa que, por ejemplo, podemos observar que esos niños expuestos a mayores niveles de PCBs durante el embarazo (como grupo) puntúan X puntos menos en un test de inteligencia. A nivel clínico, esa diferencia no sería significativa, pero a nivel poblacional estamos diciendo que ese grupo de niños, por estar expuestos a ese compuestos, desarrollarán X puntos menos su capacidad cognitiva. Eso se puede traducir en términos de productividad, capital mental, desarrollo humano, etc.
“El problema principal de los OCs es que
al ser persistentes, pueden pasar muchos años
hasta que se degradan del todo. Además, tienen
la capacidad de distribuirse por el ecosistema”
¿Qué medidas pueden impulsarse –y quien debe hacerlo- para revenir o reducir estos niveles de exposición?
La mayoría de estos compuestos ya se prohibieron hace años (PCBs, HCB o DDT) en nuestro y muchos otros países, pero, por ejemplo, en países con malaria endémica actualmente se usa el DDT (el precursor del DDE) para matar al mosquito que transmite la malaria. Esto hace que haya poblaciones con exposiciones bastante altas. El problema principal de los OCs es que al ser persistentes, pueden pasar muchos años hasta que se degradan del todo (pueden durar hasta 15 años). Por otro lado, tiene la capacidad de distribuirse por el ecosistema, de manera que compuestos usados en un punto del planeta pueden llegar hasta nuestros platos, y más hoy en día, ya que comemos productos de todo el mundo a diario. Así pues, sería necesario informar bien a la población para que sea consciente del problema y pida un mayor control del uso de estas substancias no sólo en su país, sino en todo el mundo. En los países donde el DDT se usa para el control del mosquito de la malaria se deberían buscar alternativas más sostenibles, ambiental y económicamente hablando, y aplicar las que ya se han demostrado que funcionan.
*Mireia Gascón es Licenciada en Biología (Universitat Autònoma de Barcelona). Máster en Biomedicina, especialidad Toxicología y Salud Ambiental (Universidad Utrecht). Coordinadora de la cohorte de Ribera d’Ebre
Para leer el estudio: ‘Evaluating the neurotoxic effects of lactational exposure to persistent organic pollutants (POPs) in Spanish children’